Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014

La Armada Brancaleone

Jueves 23 de septiembre

Título original: "L'armata Brancaleone" (1966)

Dirigida por Mario Monicelli; con Vittorio Gassman, Catherine Spaak, Gian Maria Volonté y otros. (120 min.)

Brancaleone da Norcia (Vittorio Gassman), un caballero medieval pobre pero con honor, recibe de un extraño grupo un documento robado que otorga al poseedor la propiedad de la roca y ciudad de Aurocastro. Aunque inicialmente rechaza el ofrecimiento, su vergonzosa actuación en una justa le hace cambiar de opinión.

Una obra maestra del humor y de la interpretación. Un guión brillante que nos muestra las aventuras y desventuras de un caballero medieval de poca monta (Vittorio Gassman), un noble decadente y desclasado (Gian Maria Volonté) y la banda de pícaros malvivientes que forman su séquito. Un guión realmente espectacular, con un desarrollo narrativo impecable y lúcido que no decae en ningún momento.

La recreación de la atmósfera medieval no solo es comiquísima y satírica sino que además está realmente basada en la idiosincrasia y cultura de aquella época: el misticismo, la superstición, la exacerbada religiosidad, la gallardía y también el oportunismo y la picardía de unos malandrines que a pesar de cada revés del destino, no pierden oportunidad para intentar sacar provecho.

Cada personaje principal está desarrollado en forma completa y cada personaje secundario es un estereotipo de la época. Se retratan situaciones típicamente medievales como los monjes predicadores, las peregrinaciones de los pecadores e infortunados a Tierra Santa, la peste, las cortes decadentes. El desarrollo de personajes como el monje "Xenón" o el viejito judío que duerme y se protege dentro de un cofre que lleva a todas partes, o el "hombre oso" son simplemente insuperables.

El tono tirando a esperpéntico del relato, el perfecto ritmo con que se enlazan las diversas situaciones, la feroz sátira que propone y un reparto de excepción lo convierten en uno de los clásicos de la comedia italiana.

Todo eso... ¡¡y Vittorio Gassman!!


Vittorio
Por Mario Monicelli


«Fue conmigo que Vittorio ingresó al cine como actor de comedia, con "Los Desconocidos de Siempre". Antes de eso, hasta fines de los años cincuenta, sólo se conocía su faceta de actor serio, dramático. El hecho es que nosotros dos
éramos amigos, grandes amigos.

Como yo frecuentaba mucho a Vittorio, y en ámbitos que excedían los escenarios, sabía que su profunda capacidad de observación le permitían el humorismo y la parodia. En el teatro Vittorio adoptaba un tono autoritario que no utilizaba en la vida real, en la que se destacaba por ser un hombre de un ingenio irresistible y un director tenaz y explosivo.

Teníamos mucha confianza. Recuerdo largos paseos que abundaban en discusiones y contrastes, pero que se caracterizaban siempre por su tono humorístico. Si había algo que invariablemente lo irritaba, eran mis opiniones sobre la tragedia griega. El la idolatraba, le parecía algo sagrado, intocable. Yo le contestaba que, a mi modo de ver, tenía una retórica pomposa y que, en el fondo, todas las tragedias clásicas no eran más que libros policiales. No lo soportaba.

Cuando le propuse interpretar un personaje cómico, el de Los desconocidos de siempre, con guión de Age y Scarpelli, a quienes apreciaba mucho, Vittorio aceptó con sorpresa y entusiasmo. Finalmente se permitía ser él mismo. El rodaje fue muy placentero y gracioso. También fue ahí donde se conocieron Gassman y Totó, que encarnaba al gran maestro de robo de cajas fuertes. Junto con los hermanos Marx, Totó era el cómico a quien más admiraba Vittorio. Según me contó, lo dejaba pasmado. Lo encontraba sorprendente, su genio cómico superaba en mucho todo lo que él pudiera haber imaginado.

Luego Vittorio rodó conmigo "La Gran Guerra" y, a fines de los años sesenta y principios de los setenta, se convirtió en Brancaleone. Fueron dos películas La Armada Brancaleone y Brancaleone en las Cruzadas. Una vez más el personaje está pensado para él. Age y Scarpelli pensaban en una saga medieval que fuera realista, en oposición al mundo de los caballeros andantes y las doncellas remilgadas que suelen pintarnos en la escuela. El nuestro sería un medioevo bárbaro, salvaje, repleto de miseria y suciedad, habitado por caudillos corruptos y groseros.

Vittorio le dio pleno sentido a todo: en el papel de Brancaleone se autoparodió de manera genial; se burló de su propia exaltación y retórica de actor serio reconocido y consumado. Construimos un lenguaje absurdo, "medievalizante" y cómico, que caracterizó a Brancaleone.

Vittorio se posesionó totalmente del personaje, logró comprenderlo, interpretarlo con soltura, hacerlo creíble. Nuevamente el clima de trabajo se destacó por su tono divertido y liviano, como pasa cuando se trabaja con grandes actores, con aquellos cuya solvencia no tiene límites.»


Ver escena:

1 comentario:

jaiem2003 dijo...

Película espectacular que nos muestra como es posible hacer cine del mejor sin recurrir a la estructura holiwoodenana. Guión, actuación, fotografía, sin desperdicios. Un clásico que no se puede dejar de ver.